En Puerto Elizabeth,
Sudáfrica, último puerto de donde zarpó,
el personal naval tuvo diversas actividades, entre
las que destacan la asistencia a dos conferencias:
la primera fue impartida por un oficial de la Armada
de México, como parte de la semana nacional
de salud que se implementó en nuestro país.
La segunda fue presentada por el personal del servicio
portuario, servicio médico y de policía
de ese puerto africano. Asimismo, se ofreció
una comida al embajador de México en Sudáfrica
y su esposa, Sr. Mauricio de María y Campos
y Sra. Patricia Meade de María y Campos, respectivamente;
al Oficial de enlace de la Armada de Puerto Elizabeth,
al Magistrado, al Capitán de Puerto y al Comandante
de la Estación Naval de aquel puerto. Por su
parte el comandante del buque “Cuauhtémoc”
hizo lo propio con diversas autoridades de ese lugar
y ofreció una conferencia de prensa a los reporteros
de citada localidad.
Posteriormente, algunos
elementos de la tripulación del “Cuauhtémoc”
desembarcaron con el objetivo de asistir a un encuentro
deportivo con personal de la flota naval de Sudáfrica.
En tanto, el velero, como ya es costumbre en cada
puerto al que arriba, abrió sus puertas a todo
aquel que quisiera visitarlo, para dar una muestra
de la amistad y hospitalidad de los mexicanos, recibiendo
un total de 4, 378 visitas durante los cuatro días
que permaneció en dicho puerto. Posteriormente,
zarpó con los 269 marinos a bordo, con la firme
intención de vencer las impetuosas aguas del
Océano Índico.
Actualmente, el velero
de la Armada de México se encuentra cruzando
a vela dicho Océano, con ausencia de viento
y calma total, debido a que se ubica en una zona de
alta presión, por lo que la velocidad promedio
no rebasa los tres nudos (5.4 km/hr). No obstante
la derrota (ruta) es hacia el sur, donde se esperan
encontrar mejores condiciones de viento, ya que el
“embajador y caballero de los mares” depende
de éste para lograr su cometido.
Mientras, el personal
a bordo, además de realizar las faenas de rutina
y prácticas marineras, ha comenzado a participar
en torneos deportivos y de juegos de mesa, con los
que se busca la sana convivencia y se evita el ocio,
además de despertar el interés de la
tripulación durante la travesía de 35
días, que es la más larga de su itinerario.
A propósito
del 10 de mayo, día de las Madres, se autorizó
a toda la tripulación para que escribieran
y enviaran un mensaje a sus señoras madres,
vía Internet, con lo cual se refrenda la importancia
que tiene la familia para la institución.
Las impresiones de
la dotación (tripulación) que tiene
la gran oportunidad de vivir una experiencia tan gratificante
e interesante, como puede ser navegar alrededor del
mundo en un bajel (buque) que viaja con la fuerza
del viento, es decir a la vieja usanza, son de gran
satisfacción y orgullo, ya que hasta el momento
han cruzado el Cabo de Hornos, al sur de América,
que representa todo un reto; el Océano Atlántico;
el Cabo de Buena Esperanza, con vientos incesantes
y del que cuentan es muy peligroso y traicionero y
cuyo nombre significa la esperanza del Rey Juan II
por descubrir nuevas rutas hacia la India; el Cabo
Agujas, que fue escapolado (navegado) con todas las
velas desplegadas al viento del norte, llamado así
porque en la antigüedad en sus inmediaciones
se producía un inesperado efecto en el compás
magnético, provocando la desorientación
de los marinos, ambos cabos en Sudáfrica; y
ahora el Océano Índico, que no es poca
cosa, logrando grandes hazañas y proezas marineras.
Por lo demás,
la experiencia también se considera un reto
para los marinos mexicanos que, con ello, darán
muestras de su valentía y pondrán en
práctica los conocimientos adquiridos en las
aulas, además de motivarse ante la idea de
estar cada vez más cerca de la meta, que es
culminar con éxito esta travesía para
regresar a su patria.