Capitulo V
La Idiosincrasia y Reputación de la Armada
La Armada de México es especial
En la Armada sentimos un orgullo que ha ido evolucionado a partir de actitudes y convicciones de una honrosa tradición, tal orgullo es el resultado directo de la experiencia incomparable de vivir y operar en el mar, un entorno peligroso e inolvidable que exige un alto grado de sacrificio familiar y personal.
Lo más importante es la experiencia de todo hombre y mujer de la Armada de estar consagrados las 24 horas al servicio de nuestro país y de ser colega de todos los marinos del pasado, presente y futuro.
La Armada de México siempre ha estado lista para responder a las necesidades de nuestra patria. Como entidad del Estado, es una Institución de carácter permanente cuya existencia está contemplada desde la primera constitución del país y ha estado presente en la independencia, las intervenciones extranjeras, la reforma, la revolución y en la época moderna de la Nación.
Los principios, valores e identidad de la marina de guerra han sido y siguen siendo formados como producto del esfuerzo, valor y entereza moral de sus hombres de mar y puede percibirse que han sido puestos a prueba en todo el proceso histórico de México, desarrollando a través del tiempo un sólido espíritu de cuerpo inspirado en los hechos, el cumplimiento del deber y, cuando ha sido necesario, en el sacrificio de sus hombres. El quehacer continuo y el celo puesto de manifiesto en el cumplimiento de su misión, dirigida en todo momento a servir los legítimos intereses del pueblo mexicano, es lo que ha señalado esa permanencia como Institución responsable de la defensa marítima del territorio y de mantener el estado de derecho en nuestras zonas marinas.
Justo es decir que su integración y ese sólido espíritu de cuerpo, no se hubieran alcanzado sin los hombres que en actos del servicio han ofrendado su vida. El recuerdo imperecedero de los que han fallecido en el cumplimiento de su deber, es la forma en que la Armada enaltece los valores y profesionalismo de sus marinos. Quienes formamos parte de ella, conscientes de los riesgos de nuestra profesión, entendemos el valor, la entrega y el sacrificio que en su momento se asume, para cumplir el deber con la Patria y con la Armada, a veces a costa de la propia vida.
Esta importante actitud se refuerza con otra de igual o mayor trascendencia practicada invariablemente por la Armada de México durante sus 182 años de existencia. Esta actitud es la lealtad, lealtad a toda prueba hacia la Nación, las Instituciones del país, el Gobierno y principalmente, hacia el Comandante Supremo de la Fuerzas Armadas y Presidente de la República. Porque es la lealtad la divisa fundamental dentro de la cual actuamos todos los marinos de la Armada, desde los almirantes, capitanes, oficiales, clases y la marinería, es decir, la Armada entera y esta lealtad, en 182 años, jamás ha sido quebrantada.

Aceptamos el cambio y planeamos para el futuro

Debemos trabajar de manera continua para dar forma a una Armada capaz de responder al mundo del mañana. No podemos dejarnos vencer por las limitaciones o escenarios que enfrentamos hoy. Nuestra planeación nos da la capacidad para apoyar los objetivos nacionales en un mundo en donde hay una variedad desmedida de problemas que pueden precisar de respuesta naval. El proceso de planeación también debe mostrar las realidades presupuestales. Debemos hacernos preguntas difíciles y considerar todas las opciones posibles para la Armada del futuro cuando veamos hacia delante. Exploramos ideas innovadoras y rechazamos conceptos defectuosos e improductivos.

Nuestros valores son la integridad, el profesionalismo y la tradición
Hemos de conducirnos de manera íntegra en todas las relaciones con quienes se hallan a nuestro nivel, nuestros superiores y subordinados. El personal naval por ética, no miente, engaña ni roba. La rectitud es la piedra angular y el más poderoso precepto del código de nuestra profesión ya que debemos inspirar confianza en nuestro trato con otros, dentro y fuera de la Armada. La rectitud “es el poder de tomar, sin flaquear, una decisión relativa a una cierta manera de conducirse que se encuentra conforme a la razón”, la rectitud es moral y espiritualmente la columna vertebral que nos mantiene erguidos en las circunstancias más comprometidas.
Como marinos militares altamente profesionales, adaptamos el progreso al cumplimiento de nuestra misión. Nuestro empeño en el trabajo de equipo para cumplir en tiempo y forma con esa misión, refleja la permanencia y práctica efectiva de tradiciones adoptadas desde nuestra creación, entre las que se encuentran el valor para realizar las funciones y sacrificios propios de nuestra profesión naval, una preocupación genuina por nuestros subordinados y la convicción acerca de los principios esenciales de nuestro patriotismo.

El Mando es el punto focal del liderazgo, la autoridad, responsabilidad y obligación

Quienes sean designados para asumir un puesto de mando deben ser seleccionados cuidadosamente, pues de su habilidad, liderazgo y juicio dependerá el éxito de las tareas asignadas. En consecuencia, esto les da la máxima autoridad para guiar a su personal, cuidar sus unidades y establecimientos, y llevar a cabo las misiones que se les asignaron; son estrictamente responsables del desempeño de las unidades bajo todo tipo de circunstancias; esta es la esencia del Mando.


El personal naval debe conservar y mantener de manera digna, en todo momento, el prestigio de la Armada. Como heredero de este prestigio, debe considerarlo como un bien colectivo, resultado de la historia, la cultura naval y el esfuerzo de todos sus integrantes, por ello una parte esencial de la responsabilidad de quien ejerce un mando estriba en el compromiso de instruir, educar y dirigir a su personal dentro de las normas navales, así como la preparación de su unidad o establecimiento para la Defensa Marítima del Territorio y el Ejercicio de las Funciones del Estado en la Mar, actuando con equidad y energía a fin de obtener el respeto y obediencia de sus subordinados.
El Alto Mando representa los intereses de la Armada
El Alto Mando de la Armada tiene la responsabilidad, entre otras, de administrar el Poder Naval de la Federación, determinar y dirigir la Doctrina, Política y Estrategia Naval Militar para la seguridad interior y defensa exterior del país, coadyuvar al desarrollo marítimo nacional, así como representar los intereses de la Armada ante el gobierno Federal; brinda asesoría al Ejecutivo y al poder Legislativo, relacionada con la Armada y su personal.

En la Armada de México no existen los cotos de poder, todos nos esforzamos en el cumplimiento del servicio como la tripulación de un solo buque con un único destino: “el cabal cumplimiento de la misión de la Armada de México”. Un aspecto negativo para el logro de este cometido es considerar que cada Dirección General, cada Mando Naval y cada unidad operativa o administrativa pueden convertirse en un coto de poder al servicio de quien ejerce ese mando o dirección particular, es decir, olvidarnos del espíritu de servicio y sentir que somos dueños del proceso y no servidores del mismo. En nuestra Institución el único coto de poder es la Armada en sí misma a través del Alto Mando, que es quien dispone de la totalidad de las Fuerzas Navales, los Mandos Navales y las Direcciones Generales.
Hacemos énfasis en la importancia de proteger la información clasificada
La seguridad tiene como uno de sus componentes principales el resguardo de la información, las capacidades, los procedimientos y las intenciones que podrían dañar al país si se dieran a conocer a enemigos potenciales. Se cuenta en la Armada con estrictas normas legales para el manejo de material clasificado y las responsabilidades de los individuos para protegerlo. Se aplican dos criterios básicos, a fin de determinar si una persona puede recibir material clasificado:
  • Que por sus funciones tenga la autorización para su manejo; y
  • Que tenga genuina necesidad de conocer la información.

Proporcionar información clasificada a personas no autorizadas es un delito en cualquier circunstancia. Es necesario que conozcamos nuestras responsabilidades para su protección, con el fin de llevarlas a cabo de la mejor manera posible y garantizar que se identifiquen y se informen adecuada y oportunamente las prácticas no permitidas que pongan en riesgo la seguridad.

Apoyamos la comunicación abierta y frecuente con los medios masivos de comunicación

Como Institución pública, la Armada tiene una responsabilidad legal y moral de mantener informados a los ciudadanos de nuestro país sobre los asuntos bajo nuestro control. Es parte de la política de la Armada proporcionar por conducto de sus mandos la divulgación máxima de información no clasificada, a través de los medios masivos de comunicación, con una demora mínima. Esta política, que se aplica tanto a las situaciones positivas como negativas, garantiza que al dar a conocer los asuntos de interés público se tome en cuenta e incluya el punto de vista de la Armada, brindándonos la oportunidad de garantizar el reconocimiento de la gran labor que desempeña nuestro personal. Los asuntos públicos son una función de mando y un componente clave del liderazgo de la Armada.
Buscamos aumentar nuestro conocimiento técnico profesional, así como nuestro entendimiento de la historia, la cultura y la política

Alentamos a nuestra gente a incrementar su conocimiento profesional y a apreciar la historia, las instituciones, la cultura y la geografía que conforman nuestro país, así como del resto del mundo. La lectura incrementa tanto el crecimiento emocional como el intelectual. El crecimiento intelectual mejora las habilidades de razonamiento y análisis, nos enseña a evaluar críticamente y aumenta nuestra habilidad para pensar en lugar de sólo reaccionar.
Aplicamos el Código de Conducta
El Código de Conducta del personal naval se encuentra cristalizado en el conjunto de nuestras leyes y reglamentos, aplicándose sin distinción a todos los miembros de la Armada y contiene los principios guía en los que deben basarse nuestras acciones.
Fomentamos la solidaridad entre nuestros compañeros, nuestra unidad, la Armada y las Fuerzas Armadas Mexicanas
La solidaridad (espíritu de cuerpo) es un elemento intangible pero importante del carácter de la Armada; se observa a través del orgullo, en los logros de nuestros compañeros, nuestra unidad, nuestra Armada y las Fuerzas Armadas de nuestro país. Nos encontramos lado a lado en momentos de adversidad o de peligro y en momentos de triunfo y celebración. La solidaridad nos ayuda a trabajar juntos como un equipo para alcanzar lo que no puede lograrse de manera individual; se refleja en nuestra lealtad y respeto por nuestros compañeros, subordinados y superiores.
La Armada tiene uniformes específicos y establece altos estándares de apariencia personal
El uniforme nos identifica como miembros de la Armada y refleja el orgullo por nuestra profesión. Portamos uniformes para identificar con rapidez nuestro grado y cargo y por lo tanto nuestras habilidades y nivel de autoridad. Inspira confianza tanto dentro como fuera de la Institución, por lo tanto, vestimos los uniformes como un estándar visible de la excelencia. Como
representantes de la Armada en casa o a bordo, siempre mantenemos una apariencia refinada, tanto en uniforme como en ropa de civil, como un reflejo de la organización especial a la que pertenecemos.

Requerimos altos estándares de salud y físicos

La conservación de una adecuada condición física es una manera de vida para el personal naval, independiente del grado, cuerpo o servicio al que pertenezca. La condición física promueve la buena salud y ayuda a liberar el estrés físico y mental; también aumenta la autoestima y la confianza. La obesidad es incompatible con las exigencias del servicio y requisitos de la Armada, por ello, nuestro programa de condición física está diseñado para garantizar el vigor en cualquier tipo de tarea a la que nos enfrentemos. Además, proporcionamos una variedad de alimentos saludables a bordo de buques, así como en las instalaciones de la Armada y fomentamos hábitos de alimentación adecuados para tener una buena salud.

También es importante mencionar que desalentamos el uso del tabaco y promovemos la conciencia de un estilo de vida positivo.

Los líderes son responsables de establecer el ejemplo y motivar al personal a ejercitarse individualmente y como equipo para construir un espíritu ganador.

Somos ciudadanos responsables y apoyamos a nuestras comunidades locales

Hacemos hincapié en la importancia de nuestras responsabilidades como ciudadanos al alentar a nuestro personal a participar en

actividades de la comunidad local durante el tiempo en que nos encontramos fuera del servicio. Es importante que el personal de la Armada fomente un sentido de pertenencia en sus comunidades, para que éstas reconozcan a los hombres y mujeres navales como contribuyentes de su bienestar.

Votación. Todos los miembros de la Armada deben ejercer el derecho al voto. Las generaciones anteriores de hombres y mujeres mexicanos dieron sus vidas por este privilegio, por ello, proporcionamos las facilidades para ejercerlo.

Apoyos para la educación. Un buen sistema educativo garantiza que las futuras generaciones de marinos tengan la inteligencia y las habilidades necesarias para cumplir con un complejo y demandante mundo. El personal naval participa en proyectos para promover el desarrollo de la juventud mexicana. Ayudar a los jóvenes es una inversión en el futuro del país y es gratificante tanto para los estudiantes como para los marinos.

Estamos comprometidos a operar buques e instalaciones en tierra protegiendo el medio ambiente


Una parte importante de la misión de la Armada es proteger el medio ambiente, prevenir la contaminación y conservar los recursos naturales, históricos y culturales. A fin de cumplir con esta labor, debemos proporcionar una capacitación formal para garantizar el conocimiento de las leyes y reglamentos ambientales. A través del liderazgo y el ejemplo personal, cada uno de nosotros debe demostrar una apreciación diaria por la protección del medio ambiente. Las consideraciones ambientales son un elemento integral de nuestro proceso de adquisiciones. Nos aseguramos que el público reciba la información correcta y oportuna sobre nuestros esfuerzos a fin de proteger y mejorar el medio ambiente.
Los hombres y mujeres de la Armada son embajadores, en el país y en el extranjero

A donde quiera que vayamos dentro de nuestro territorio, representamos a la Armada de México, a través del orgullo, el conocimiento de nuestra profesión y nuestra forma de conducirnos en público y en privado. Por otro lado, nuestra presencia fuera del país nos brinda una oportunidad única para simbolizar los atributos tanto de la Nación como de la Armada y de consolidar nuestro desarrollo intelectual al involucrarnos con un mayor nivel de conocimiento y criterio con otras marinas del mundo, ampliando el horizonte que poseemos y los puntos de comparación con nuestra propia Armada.
 
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