EMPRESARIO

 
 

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Como hombre de acción, incursionó con éxito en el campo empresarial y a él se debe que en el año de 1901-1902 se estableciera en la Ciudad de México la primera empresa constructora de concreto introduciendo el sistema francés Hennebique, con el cual se inició la construcción de elementos estructurales aislados. Fundó la agencia Betón Arme Sest Hennebisque.

Cabe destacar, que a principios del siglo XX, aún no se establecía la relación entre el diseño arquitectónico y las potencialidades del concreto. Cuestión que años más tarde se descubrió. Sin embargo, con Ortiz Monasterio, se establecen los primeros pasos para su uso. De esta forma, paulatinamente, el concreto cubrió las necesidades de un mayor porcentaje de la población no sólo por las bondades de dicho material, sino también porque era más barato.

El cambio comienza a gestarse después de la revolución mexicana que transformó las demandas de arquitectura en el país; alejándose del concepto arquitectónico del positivismo; quedando atrás las casas suntuosas de la aristocracia “porfirista” y de extranjeros formados bajo el paradigma de la École des Meaux Arts .

El gobierno posrevolucionario tuvo el compromiso de resolver los problemas más urgentes de la población. Los rubros prioritarios fueron entonces las escuelas y los hospitales, cuyos requerimientos específicos, junto con los principios de la arquitectura funcionalista, de los nuevos planes de estudios de la Escuela Nacional de Arquitectura, creada en 1929, y desde luego, el uso del concreto como material principal, fundamentaron su realización. De tal forma, que a partir de la década de los 40's las carreteras, sistemas de riego, sistemas de abasto de agua y drenaje, así como edificios, para cubrir las nuevas necesidades de la población, se construyeron principalmente con concreto.

La enseñanza de la arquitectura supo aprovechar las bondades del concreto como instrumento esencial en la etapa conceptual del diseño. De ahí que aparecieron “las grandes mansiones” del Pedregal, pero también los hospitales, las escuelas, los mercados y las unidades habitacionales, que destacaron por su calidad y la excelente utilización del concreto.

La iniciativa de Ortiz Monasterio, sigue siendo recordada por los arquitectos mexicanos, ya que es uno de los precursores del concreto armado en México:

“Recientemente se cumplió el primer cincuentenario de la introducción del concreto armado en nuestro país … al finado Contralmirante Don Ángel Ortiz Monasterio, se debe la satisfacción de haber sido el primer mexicano que trajo este sistema de construcción y a otro marino, no menos ilustre el ingeniero Naval Don Miguel Rebolledo …

Sin embargo, la labor empresarial de Ortiz Monasterio, no se detuvo con este proyecto; también fue creador de la fábrica de pastas alimenticias “La Florida” la que aún funciona. Por otra parte, Introduce el fotograbado y presenta un proyecto para la cimentación del Teatro Nacional.


                                                            COMISIÓN DE ESTUDIOS ESPECIALES Y UNIDAD DE COMUNICACION SOCIAL .- SEMAR. 01 de Marzo del 2006