Su desempeño le permitió obtener diversas jerarquías desde Segundo Teniente hasta Vicealmirante; así como ocupar altos cargos militares como son los de Jefe del Departamento de Marina (1879-1885) cuándo sólo tenía treinta años y posteriormente de Jefe del Estado Mayor Presidencial (1895-1899 y de 1900-1905), entre muchos otros cargos que, exigieron de Ortiz Monasterio una impecable hoja de servicios.

Durante su gestión como Jefe del Estado Mayor Presidencial fue Cónsul en Belice para la recuperación del territorio de Quintana Roo; Comandante de la línea de operaciones en la costa oriente de Yucatán; reteniendo en ambos casos su calidad de Jefe del Estado Mayor Presidencial (1898-1900). Coyuntura histórica por el movimiento indígena de la región, pero también por la demarcación fronteriza que obligó al gobierno a establecer un servicio de vigilancia en el Río Hondo; para evitar el contrabando y el corte clandestino de maderas que los ingleses efectuaban en los bosques de México. Por sus invaluables servicios, recibió el 13 de febrero de 1902 el nombramiento de Ciudadano Yucateco.

Entre otras comisiones también relevantes, se encuentra su designación como comandante de la Corbeta Escuela Zaragoza en 1896 sin dejar su cargo como Jefe del Estado Mayor Presidencial, en aquél histórico viaje de circunnavegación, por ser el primero que realizaba nuestro país y que puso de manifiesto no sólo ante los mexicanos sino ante el mundo entero, cual era el desarrollo alcanzado hasta ese momento. Vale la pena resaltar que este tipo de travesías, aún en los finales del siglo XIX, eran poco frecuentes ya que exigía no sólo de un buen barco que incluyera las tecnologías más avanzadas de la época; sino también, de personal altamente preparado en materia de navegación, y sólo las Marinas más potentes de la época realizaban. El hecho de que México se sumara a esta selecta lista, constituye un hecho histórico de capital importancia.

Fue el primero que ostentó el grado de Contralmirante de la Armada de México.